“La ciencia no es solo una carrera profesional, es una forma de construir juntos un mundo mejor.”– Charlotte Rosario

Charlotte Rosario, estudiante de preparatoria e investigadora de San Mateo, California, nos acompaña en el podcast llamado “Closing the Gap” para hablar sobre su innovador estudio sobre la intersección de la identidad de género, la estructura cerebral y la salud mental en adolescentes transgénero. Charlotte comparte su trayectoria que la llevó a esta investigación, las implicaciones de sus hallazgos para la atención de la salud mental y la importancia de la colaboración en la investigación.

Esta joven científica también es atleta, juega fútbol universitario y es artista especializada en fotografía. Charlotte también es una líder natural y dirige el club de Conversaciones Interdisciplinarias sobre Filosofía Existencial de su escuela.

Closing the Gap (CTG, por sus siglas en inglés): ¿Cómo te ha preparado tu formación para la investigación en la que trabajas hoy?

Charlotte Rosario (CR): Formé parte de un equipo femenino de robótica del FTC durante la secundaria, donde aprendí a programar sistemas robóticos autónomos en Java. También asistí a varios talleres y campamentos de la organización para codificación “Girls Who Code”. Empecé a tomar muchas clases de informática y STEM en la preparatoria.

Mi primera experiencia con la investigación fue trabajando con una estudiante de doctorado en Stanford, que realizaba una investigación de psicología experimental con gafas de realidad virtual. Ayudé con el análisis y procesamiento de datos para su proyecto de investigación plurianual.

Luego, en el verano de 10mo grado, me uní al Laboratorio Hong del Centro para la Investigación Interdisciplinaria de la Neurociencia de Stanford, donde inicialmente trabajé como una de las tres becarias de preparatoria, junto con otras candidatas, incluyendo estudiantes de grado de Stanford, en el pre-procesamiento de datos de neuro imagen, para su estudio longitudinal en curso. Fui supervisada por la investigadora principal, la Dra. Hong y la coordinadora de investigación clínica, Mel, con reuniones semanales. En tres meses, comencé un proyecto independiente. Ocasionalmente consulté con Mel y el Dr. Hong, para obtener orientación sobre el diseño del estudio y el acceso a datos de laboratorio, pero realicé la investigación de forma independiente.

CTG: ¿Qué estás investigando?

CR: Estudié los vínculos entre la identidad de género, la salud mental y el volumen cerebral. Los cambios durante la pubertad pueden moldear las áreas cerebrales relacionadas con la depresión y la ansiedad. Sin embargo, los investigadores desconocen por qué la estructura cerebral difiere según la identidad de género ni cómo afecta esto a la salud mental. Esto es especialmente cierto en el caso de los jóvenes transgénero, un grupo que ha recibido poca atención científica. Mi estudio examina cómo los cambios cerebrales relacionados con la pubertad se relacionan con la ansiedad y la depresión en adolescentes transgénero en comparación con sus pares cisgénero. Al analizar escáneres cerebrales y encuestas de salud mental, descubrí que los adolescentes transgénero no solo presentaban más signos de ansiedad y depresión que sus pares, sino que también presentaban diferencias marcadas en áreas cerebrales, como el tálamo, una región del cerebro involucrada en el estado de ánimo. Por ejemplo, los chicos transgénero con mayor volumen en el tálamo derecho presentaban más síntomas de depresión. Estos hallazgos resaltan los desafíos únicos de salud mental que enfrentan los jóvenes transgénero y subrayan la importancia de comprender la conexión entre la identidad de género y el desarrollo cerebral. Al centrarme en esta área poco explorada, mi investigación puede ayudar a los profesionales clínicos a crear una atención de salud mental más personalizada y eficaz que garantice que cada adolescente reciba el apoyo que necesita durante una etapa crucial de su crecimiento.

CTG: ¿Cómo surgió tu interés por tu campo actual y qué te inspiró a dedicarte a él?

CR: Tras el suicidio de mi padre en séptimo grado, me propuse comprender las raíces de la depresión. Al descubrir que las enfermedades mentales eran hereditarias en su familia y por lo tanto, influyeron en mi propia identidad genética, me sentí atraída por la psiquiatría y sus implicaciones durante etapas críticas del desarrollo, como la pubertad, que yo experimentaba en ese momento. Observar a mis amigos y compañeros de clase, especialmente a mis compañeros transgénero, lidiar con problemas de salud mental profundizó este impulso, sobre todo cuando empecé a comprender cómo la depresión se relaciona con la identidad, el género y el desarrollo neurológico. Ser testigo de los efectos de la crisis mundial de salud mental juvenil en mi propia comunidad, no hizo más que avivar mi determinación de comprender los trastornos de salud mental, no solo para mí, sino para ayudar a quienes me rodean.

CTG: ¿Qué crees que las mujeres jóvenes y las minorías de género deberían saber sobre tu área de especialización? ¿Cómo puede esto ayudarlas en su preparación para el mundo laboral?

CR: Una de las cosas más importantes que puedes hacer es elegir un tema de investigación que sea personal y significativo para ti. Para mí, eso significó centrarme en poblaciones que a menudo se pasan por alto —personas cuyas historias merecen ser contadas a través de datos— y, en este caso, me centré en la juventud transgénero. Cuando centro mi investigación en otras comunidades marginadas, descubro que también me estoy defendiendo a mí misma. Es un ciclo de superación mutua.

No hace falta pertenecer a una identidad específica, para preocuparse por una comunidad. No hace falta ser trans para apoyar a las personas trans. No hace falta ser mujer para defender la equidad de género. La investigación es una forma de ayudarnos mutuamente a sentirnos valoradas y al hacerlo, también creamos un espacio para nosotras mismas.

CTG: ¿Qué consejo les darías a las mujeres jóvenes y a las minorías de género que estén intentando emprender una trayectoria profesional similar a la tuya?

CR: Tu voz importa, incluso cuando sientes que eres la única en la sala que ve las cosas de cierta manera. He recibido mentoría de personas de diferentes orígenes, incluyendo un científico trans y un investigador principal (investigador de proyecto/jefe de laboratorio). La realidad es que no siempre verás a alguien como tú en puestos de liderazgo, pero eso no significa que no pertenezcas. Incluso podrías terminar siendo el modelo a seguir que buscabas.

Y si te cuesta incluso entrar en el mundo de la investigación, precisamente por eso tu presencia es tan necesaria. Es una señal de que personas como tú siguen estando sub-representadas, sub-investigadas (entendidas). Por eso tu trabajo importa. Por eso me preocupa tanto la investigación sobre jóvenes trans: porque la falta de estudios es en sí misma un llamado a la acción. Necesitamos que más personas de todos los orígenes se unan, escuchen y apoyen.

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